El fútbol de ascenso, empobrecido, espera su reinicio.

Jorge Franzoni, trabajador del ascenso, y el gesto que parece decir ¿para cuando? -Foto: Damián Gómez-.
El 16 de diciembre de 2016 San Telmo jugó su último partido oficial (3-0 a San Carlos) y desde entonces se olfateaba que el reinicio iba a ser incierto. Desde hace mucho tiempo todo se viene atando con alambre y de tanto emparchar la realidad con el sobrevivir día a día, llegó el momento en que todo iba a explotar.
El Gobierno Nacional, incumpliendo con una promesa de campaña electoral en la que había afrmado que el Programa Fútbol Para Todos iba a continuar (el contrato estaba firmado hasta el año 2019), fue el detonante de todo este embrollo. Ya desde mediados del año pasado las cuotas se fueron cobrando a cuentagotas y mes a mes se fueron acrecentando las deudas contraídas por los clubes. Para muchas entidades, como el caso de San Telmo, el ingreso de Fútbol para Todos conforma uno de los principales ingresos para hacer frente a las erogaciones de mantener un plantel competitivo en Primera "B". Hoy la realidad es que la mayoría de estas instituciones deben alrededor de cuatro meses, lo que es una atrocidad en perjuicio de los jugadores, entrenadores, auxiliares y sus familias.
En medio de esto está la disputa de intereses por quién se va a quedar con el sillón grande la AFA, sin olvidarnos del "famoso" 38-38 en una elecciones que dieron vergüenza hace poco más de un año y desde entonces el cruce de los "popes" viene siendo desgastante en todos los medios informativos y redes sociales. El Gobierno Nacional que "intervino" la AFA con esa rara especie llamada Comisión Normalizadora, que terminó siendo un experimento en medio de la crisis para terminar de desgastar a todos. La famosa Superliga. Una Copa Argentina en el medio, cada año para menos equipos. La reciente rescisión de Fútbol Para Todos, la plata que no termina de aparecer y las colectas que hacen los dirigentes de los clubes para que por lo menos los jugadores sigan entrenando... Todo es un quilombo, los planteles se cansaron de jugar amistosos y parece que en breve la cosa arrancará, pero... ¿en qué condiciones?
Se metió Agremiados (muy tarde), ganó pantalla, y de pronto se incorporó un nuevo integrante en esta novela. Se presentaron tres ofertas para televisar el fútbol y sólo los que están adentro saben la posta y lo estarán cocinando. El resto, todos nosotros, seremos los últimos en enterarnos, pero seguiremos estando ahí, más allá de pagar nuestra cuota social sin saber cuándo podremos ir a ver a nuestro equipo. Y cuando empiece el fútbol habrá que pagar policías, y la rosca seguirá siendo la misma, jugando un martes, sin público visitante. El 24 de marzo habrá elecciones en AFA (¿las habrá?) y nos permite tener una mínima esperanza de que la cosa empiece a encauzarse al fin. Pero claro, los socios no votamos presidentes de AFA, entonces estaremos ahí, atentos a que la esperanzadora llegada de un nuevo Papá Noel traiga las soluciones esperadas para nuestro querido fútbol de ascenso.
En medio de todo esto, San Telmo entrenó y se preparó pese a tantas dificultades, jugó un montón de amistosos, volvió Ruano, volvió el "Loco" Acevedo, se fue Benaducci y el resto sigue igual, todo al mando del "Pato" Franzoni y su gente.
Se comenta por ahí que San Telmo jugará el martes 7 de marzo a las 17 horas recibiendo a la UAI Urquiza en la Isla Maciel iniciando la segunda rueda del torneo 2016/17, con el arbitraje de Pablo Jiménez.
Pero todo puede cambiar.

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